TIPLE EN GUADUA
ARTICULO TOMADO DE LA EDICIÓN EN INTERNET DE “EL TIEMPO”.
CONSTRUYEN TIPLE EN GUADUA
El constructor de instrumentos piensa que falta más investigación para lograr piezas musicales mejor elaboradas.
Si bien Tobías Bastidas, su constructor, explica que el material ofrece varias dificultades en el proceso de elaboración, asegura que el sonido es mejor que el de los tiples hechos con otras maderas.
Bastidas, de 50 años, lleva 38 dedicación a la construcción de instrumentos.El artesano, que heredó de su padre la labor y que actualmente enseña este arte a sus hijas, también se ha dedicado desde hace varios años a la enseñanza de la música a niños.La pasión por los instrumentos y la música lo llevó a crear el singular instrumento, en el que gastó un mes continuo, apoyándose en los conocimientos de los artesanos de Alcalá (Valle), quienes trabajan la guadua de una manera especial. “Yo era un ignorante en el manejo de la guadua”, dice.Para el constructor de instrumentos, su creación es una primicia mundial. “Puede haber guitarras u otros instrumentos, porque los chinos y japoneses tienen un desarrollo grande en el manejo del bambú, pero un tiple no lo hay hasta ahora”, asegura orgulloso.
Con el artesano Ancízar Castrillón, quien ha trabajado la madera por mucho tiempo, Bastidas desarrolla el proyecto de seguir construyendo los primeros mástiles para unos cinco tiples, una bandola y una guitarra de guadua.Los artesanos dicen que la guadua se trabaja similar a otras maderas, aunque con algunas dificultades. “Las herramientas con que se corta, cuchillos, formones y cepillos, se desgastan más”, dicen.Otro inconveniente es que la fibra de la guadua se desmenuza muy fácil al usar el cepillo. “Son cosas que hemos aprendido y que con el tiempo sabremos contrarrestar”.Trabajo con el SenaBastidas es instructor del Sena en el Quindío, en el área de construcción de instrumentos, y también orienta a los reclusos de las cárceles de Armenia y Calarcá en la producción de mástiles y tapas para sus creaciones, a partir de otras maderas.El artesano indica que hay varios principios sobre el manejo de la madera para que no se tuerza o se raje, y sirva para instrumentos.Ahora que comenzó a trabajar la guadua la idea es hacer más investigación. “En el Sena de Itaguí (Antioquia) se estudia cómo evitar los males en la guadua”.Y es que su tiple es sólo la primera fase de un proceso que parece promisorio. “Una asociación de trabajadores de la guadua me pidió nuevos instrumentos y el Banco Mundial está aportando capital para trabajos e investigación”, explicó Bastidas.”Vamos a pulir la propuesta, porque aunque ya sabemos que se pueden hacer, creemos que queda mucho por mejorar”, agrega.El artesano cree que si se estudia más el comportamiento de la guadua en su tiple, se podría llegar a tecnificarlo más, para que su producción en serie sea viable.Además, está seguro de no vender su primer tiple de guadua, del que dice suena mejor que los elaborados en otras maderas. “Los que quieran uno como este van a tener que esperar”, afirma sonriente.Un proceso meticuloso y lleno de secretos
1. Se toma una lámina de guadua que se fabrica en el Quindío, de unos 80 centímetros de largo por 60 de ancho, y se adelgaza con herramientas hasta que su calibre sea de 2,5 milímetros. Con ella se elabora la tapa armónica y los aros.
2. Con otras láminas y trozos de de guadua se hace el mástil, en el que irán los trastes y cuerdas. Todas las piezas cortadas en los tamaños previstos, se inmunizan e impermeabilizan con una mezcla de pegante y agua.
3. Así se evita que la madera se deshilache, una tendencia de la guadua. Luego se acoplan y pegan las piezas, dando lugar al tiple. Al tensionar las cuerdas, se usan puentes para contrarrestar la fuerza de la guadua.
Si bien Tobías Bastidas, su constructor, explica que el material ofrece varias dificultades en el proceso de elaboración, asegura que el sonido es mejor que el de los tiples hechos con otras maderas.
Bastidas, de 50 años, lleva 38 dedicación a la construcción de instrumentos.El artesano, que heredó de su padre la labor y que actualmente enseña este arte a sus hijas, también se ha dedicado desde hace varios años a la enseñanza de la música a niños.La pasión por los instrumentos y la música lo llevó a crear el singular instrumento, en el que gastó un mes continuo, apoyándose en los conocimientos de los artesanos de Alcalá (Valle), quienes trabajan la guadua de una manera especial. “Yo era un ignorante en el manejo de la guadua”, dice.Para el constructor de instrumentos, su creación es una primicia mundial. “Puede haber guitarras u otros instrumentos, porque los chinos y japoneses tienen un desarrollo grande en el manejo del bambú, pero un tiple no lo hay hasta ahora”, asegura orgulloso.
Con el artesano Ancízar Castrillón, quien ha trabajado la madera por mucho tiempo, Bastidas desarrolla el proyecto de seguir construyendo los primeros mástiles para unos cinco tiples, una bandola y una guitarra de guadua.Los artesanos dicen que la guadua se trabaja similar a otras maderas, aunque con algunas dificultades. “Las herramientas con que se corta, cuchillos, formones y cepillos, se desgastan más”, dicen.Otro inconveniente es que la fibra de la guadua se desmenuza muy fácil al usar el cepillo. “Son cosas que hemos aprendido y que con el tiempo sabremos contrarrestar”.Trabajo con el SenaBastidas es instructor del Sena en el Quindío, en el área de construcción de instrumentos, y también orienta a los reclusos de las cárceles de Armenia y Calarcá en la producción de mástiles y tapas para sus creaciones, a partir de otras maderas.El artesano indica que hay varios principios sobre el manejo de la madera para que no se tuerza o se raje, y sirva para instrumentos.Ahora que comenzó a trabajar la guadua la idea es hacer más investigación. “En el Sena de Itaguí (Antioquia) se estudia cómo evitar los males en la guadua”.Y es que su tiple es sólo la primera fase de un proceso que parece promisorio. “Una asociación de trabajadores de la guadua me pidió nuevos instrumentos y el Banco Mundial está aportando capital para trabajos e investigación”, explicó Bastidas.”Vamos a pulir la propuesta, porque aunque ya sabemos que se pueden hacer, creemos que queda mucho por mejorar”, agrega.El artesano cree que si se estudia más el comportamiento de la guadua en su tiple, se podría llegar a tecnificarlo más, para que su producción en serie sea viable.Además, está seguro de no vender su primer tiple de guadua, del que dice suena mejor que los elaborados en otras maderas. “Los que quieran uno como este van a tener que esperar”, afirma sonriente.Un proceso meticuloso y lleno de secretos
1. Se toma una lámina de guadua que se fabrica en el Quindío, de unos 80 centímetros de largo por 60 de ancho, y se adelgaza con herramientas hasta que su calibre sea de 2,5 milímetros. Con ella se elabora la tapa armónica y los aros.
2. Con otras láminas y trozos de de guadua se hace el mástil, en el que irán los trastes y cuerdas. Todas las piezas cortadas en los tamaños previstos, se inmunizan e impermeabilizan con una mezcla de pegante y agua.
3. Así se evita que la madera se deshilache, una tendencia de la guadua. Luego se acoplan y pegan las piezas, dando lugar al tiple. Al tensionar las cuerdas, se usan puentes para contrarrestar la fuerza de la guadua.
ARMENIA**Con reportería de Johanna Díaz