LUCHO BERMÚDEZ
Luis Eduardo Bermúdez Acosta, también conocido como Lucho Bermúdez, nació en Carmén de Bolívar el 25 de enero de 1912 y falleció en la ciudad de Bogotá el 23 de abril de 1994; fue músico, compositor, arreglista, director e intérprete colombiano, y ha sido considerado como uno de los más importantes intérpretes y compositores de música popular colombiana del siglo XX.
La importancia de su obra musical radica en haber adaptado ritmos tradicionales colombianos como la cumbia y el porro, en ritmos modernos que se convertirían en símbolos de identidad nacional desde la década de 1930. Lucho Bermúdez fue uno de los primeros innovadores que experimentaron con la adaptación de estos ritmos locales del Caribe colombiano, y que los adaptaron al lenguaje musical contemporáneo de la época. Su obra tuvo gran impacto en otros países de América Latina. Lucho Bermúdez fue tal vez el principal responsable por haber hecho que la cumbia y el porro se convirtieran en estandartes de la música colombiana a nivel internacional desde la década de 1940. Su obra musical siempre estuvo profundamente influida por los porros y fandangos de la Sabana de Bolívar y los pueblos costeros de zona norte de Colombia.
Su formación musical empezó a los seis años tocando flautín y sus primeras composiciones fueron marchas para bandas militares y algunos valses como “Lágrimas de una madre”, compuesta a los once años. Desde niño participó en bandas militares como la de Santa Marta, Aracataca y la municipal de Chiriguaná, de la que fue su director.
Luego de 18 años en Santa Marta viajó a Cartagena, donde dirigió la Orquesta A Nº. 1 del maestro Pianeta Pitalúa, uno de los pioneros del porro y de los sones costeños. Allí se vinculó a Radio Cartagena y colaboró en las primeras grabaciones de discos en Colombia en la emisora Fuentes, donde realizó su primera grabación: “Marbella”. Posteriormente viajó a Bogotá para grabar con su “Orquesta del Caribe”, fundada en 1939.
Sus cumbias, fandangos, mapalés y gaitas tuvieron gran acogida en la capital, y desde allí su música fue difundida al resto del país por medio de la incipiente industria radial. En 1946 viajó a grabar a Buenos Aires en compañía de Matilde Díaz, la voz que le dio un estilo y una identidad propia a su música. Desde allí su obra comenzó a ser escuchada en otros países de América Latina como Cuba, México, Perú y Argentina. Después de meses de viajes y grabaciones se instaló en Medellín y formó la “Orquesta de Lucho Bermúdez”, en la cual participó el compositor Álex Tobar y con la cual grabó “Salsipuedes” y “San Fernando”.
En 1950 viajó a México, donde conoció y trabajó con músicos como Benny Moré, Dámaso Pérez Prado y Tito Rodríguez, entre otros. Allí grabó alrededor de 80 discos y en 1951 se trasladó a Cuba (considerada en ese entonces como el centro musical más importante de América Latina) por invitación de Ernesto Lecuona, donde trabajó y grabó durante más de seis meses con agrupaciones como La Sonora Matancera, Los Billo’s Caracas Boys y Los Melódicos. Posteriormente regresó a Bogotá, donde tocó con su orquesta hasta el 23 de abril de 1994, fecha de su muerte.