Gregorio Rentería Antorveza, el ingeniero que diseñó el puente helicoidal en Risaralda
Artículo publicado en www.eltiempo.com/colombia/ejecafetero
Fotografía Ricardo Vejarano, El Tiempo -Pereira-.
Este hombre de 68 años, asegura que a cada uno de los más de cien puentes que ha diseñado, construido y asesorado, los ve como a sus hijos.
Sin embargo, al más consentido de todos, lo dejó agarrado a una montaña, en la vía que comunica a Dosquebradas con Santa Rosa de Cabal en Risaralda. Se trata del puente helicoidal de Dosquebradas, la obra más vistosa de la autopista del Café, carretera que empieza en Armenia (Quindío) y culmina en Manizales (Caldas).
Don Gregorio, como le dicen casi todos los que trabajan con él es, en realidad, el padre de Carolina Rentería, la ex directora de Planeación Nacional, pero a la vez, es el padre de muchas estructuras que han vencido los desafíos de la geología y la geografía colombianas.
Sin embargo, al más consentido de todos, lo dejó agarrado a una montaña, en la vía que comunica a Dosquebradas con Santa Rosa de Cabal en Risaralda. Se trata del puente helicoidal de Dosquebradas, la obra más vistosa de la autopista del Café, carretera que empieza en Armenia (Quindío) y culmina en Manizales (Caldas).
Don Gregorio, como le dicen casi todos los que trabajan con él es, en realidad, el padre de Carolina Rentería, la ex directora de Planeación Nacional, pero a la vez, es el padre de muchas estructuras que han vencido los desafíos de la geología y la geografía colombianas.
“Cuando se inaugura un puente en el que he trabajado es como ver nacer un hijo. Lo que pasa es que es un proceso mucho más largo, en el que hay que vencer muchos miedos y asumir riesgos”, dijo entre risas y llanto, el pasado 17 de julio, día en que, en compañía del presidente Álvaro Uribe, inauguró el helicoidal, una estructura en forma de espiral, que se construyó para sortear la altura de una montaña.
“Este es el fruto del trabajo de mucha gente. Hoy disfruto el placer de ver el deber cumplido. Lo mejor de este puente es el servicio que da y, sobre todo, que no es una intervención agresiva con el medio ambiente”, señaló el ingeniero bogotano, que lleva 46 años en el oficio, y que el día de la inauguración del puente fue condecorado con la Orden al Mérito, en el grado de oficial, por el aporte que les ha hecho a la ingeniería y al sector de la construcción en el país.
Fotografía Diego Tabares (lineas.fotografía@gmail.com)
Rentería se graduó como ingeniero civil en la Universidad Nacional de Bogotá, en 1964, y asegura que no tiene ninguna especialización ni maestría, “porque nadie enseña: uno tiene que aprender por su propia cuenta”. Sin embargo, es él quien les está enseñando ahora, a muchos ingenieros, que hay que atreverse a explorar y vencer el miedo, correr el riesgo, creer en los sueños, pero todo con un alto sentido de responsabilidad.
El helicoidal de Dosquebradas, su hijo más querido y el más duro de parir, es el único puente de este tipo en el continente americano. “Es una solución creativa, pero con mucha responsabilidad. Está construido con la técnica de péndulo invertido, sobre unos aisladores sísmicos, que tienen una garantía de 200 años, es decir, el mantenimiento de este puente, en cuanto a los aisladores, será de cero en todo este tiempo”, explicó Rentería.
Los retos en los que está trabajando
Bajo la responsabilidad de este experto en puentes está ahora la construcción de un viaducto en Girón (Santander), que comunicará al Aeropuerto Palonegro con Bucaramanga. Sobre el diseño de esta estructura, el ingeniero dijo poco. “Espere a que lo vea. Es un diseño diferente, montado también en aisladores. Debe servir para pasar un río, pero en una autopista muy importante, hay que darle mucha presencia, porque es la entrada a Bucaramanga”, aseguró.
Paralelo a este proyecto en Santander, Rentería tiene la misión de concebir otro puente, para la ciénaga de la Virgen en Cartagena.
“Creo que va a ser el primer puente extradosado de Colombia. Esta estructura podría ser un híbrido entre un puente montado en dovelas que, cuando ya no da más, se sostiene con unos cables no muy verticales”, explicó el ingeniero.
El helicoidal de Dosquebradas, su hijo más querido y el más duro de parir, es el único puente de este tipo en el continente americano. “Es una solución creativa, pero con mucha responsabilidad. Está construido con la técnica de péndulo invertido, sobre unos aisladores sísmicos, que tienen una garantía de 200 años, es decir, el mantenimiento de este puente, en cuanto a los aisladores, será de cero en todo este tiempo”, explicó Rentería.
Los retos en los que está trabajando
Bajo la responsabilidad de este experto en puentes está ahora la construcción de un viaducto en Girón (Santander), que comunicará al Aeropuerto Palonegro con Bucaramanga. Sobre el diseño de esta estructura, el ingeniero dijo poco. “Espere a que lo vea. Es un diseño diferente, montado también en aisladores. Debe servir para pasar un río, pero en una autopista muy importante, hay que darle mucha presencia, porque es la entrada a Bucaramanga”, aseguró.
Paralelo a este proyecto en Santander, Rentería tiene la misión de concebir otro puente, para la ciénaga de la Virgen en Cartagena.
“Creo que va a ser el primer puente extradosado de Colombia. Esta estructura podría ser un híbrido entre un puente montado en dovelas que, cuando ya no da más, se sostiene con unos cables no muy verticales”, explicó el ingeniero.
ANGÉLICA ALZATE BENÍTEZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO PEREIRA