FALLECIÓ TITA MAYA, CREADORA DE MÚSICA PARA NIÑOS

La profesora y gestora cultural Luz Mercedes Maya, conocida en el medio musical y educativo como “Tita” Maya, murió ayer a las 12:30 de la tarde a los 60 años.

Tenía un cáncer no especificado por los médicos, contó Daniel Escobar, presidente de la junta directiva de la Corporación Cantoalegre, organización que fundó con Claudia Gaviria en 1984.

Falleció rodeada de sus familiares y “cantoalegres”, como les llamó a los compañeros con los que hizo carrera pedagógica y musical durante más de 40 años.

Estudió música en el Conservatorio de la Universidad de Antioquia con cursos de pedagogía en Salzburgo, Austria, y Madrid, España. Fue docente durante 30 años del Colegio de Música de Medellín, su ciudad natal.

Desde que creó y dirigió la Corporación Cantoalegre produjo más de 300 canciones de música y decenas de libros y cartillas para niños y maestros.

Su labor pedagógica fue incesante: “Hasta en su último aliento trabajó por la primera infancia, porque era una convencida de que era ahí donde se forjaba el carácter de las personas”, comentó Escobar, alumno de “Tita” desde que él tenía 2 años (ahora tiene 45).

Cuenta que ella diseñó su propio “método holístico de enseñanza”, mediado por la música, que incluye el aprendizaje de valores, aceptar la diferencia y el sentido ecológico en la vida.

Actividad

Con Lina Mejía lideró la creación de la Fundación Secretos para Contar, con el Área Metropolitana creó el programa La tierra es la casa de todos, estuvo al frente de los procesos de formación de Buen Comienzo Antioquia y Medellín, diseñó con Eafit La Universidad de los Niños, le dio pie al programa Los niños tienen la palabra y la escuela de Circo Momo, y con el Banco de la República hizo el cancionero escolar de la música aldeana. En los últimos años asesoró en pedagogía a Comfama.

Hasta en sus últimos días, seguía activa. “Era un motor de sueños, se imaginaba cosas totalmente locas: intervenir espacios, cantar en el metro, poner canciones en el pabellón infantil y grabar un disco con esos niños. Era una máquina de hacer proyectos con impacto social”, relató Daniel.

Era la mamá. “Fue una figura materna de esta institución, formó más que a estudiantes a una red de personas que ahora veo como una familia”, contó Samuel Peláez, estudiante del Colegio de Música.

Daniel Escobar y otros alumnos esperan seguir desarrollando las ideas pilares de su maestra: cobertura en la educación para los más pequeños, formación de padres y maestros y los procesos con los nuevos medios como Música Libre y Cantoalegre TV, productos para las nuevas plataformas digitales

Con información del períodico El Colombiano, de Medellín.