ENRIQUE BENAVIDES ROSERO, TODA UNA VIDA EN LA RADIO
Tomado de http://www.vocerodelcafe.com artículo publicado con motivo del reconocimiento que el PRI -Periodistas de Risaralda-, realizó el pasado 10 de febrero de 2012, con motivo del Día del Periodista, en el cual se destacó la labor de don Enrique Benavides Rosero.
Los años pesan pero el amor por el periodismo vence al reloj. Así lo demuestra Lucio Enrique Benavides Rosero, Nariñense de nacimiento abrigado por la ruana pereirana. A sus 84 años de edad, lleno de conocimientos y anécdotas, sigue trasegando por los caminos de la Comunicación.
Sus programas Radiales: “Añoranzas Musicales” de 7 a 9 de la mañana, los domingos en la Cariñosa de RCN; “Simplemente Bolero” los viernes en la noche de 8 a 9, y “El Jardín de las Canciones” de 9 a 10 de la mañana, ambos en la Emisora Remigio Antonio Cañarte, gozan de una enorme sintonía. En todos imprime su propio sello, con música selecta y entrevistas a Cantantes, Promotores Artísticos y a importantes Personajes Locales, Nacionales e Internacionales.
Su energía le alcanza para escribir sobre los más variados temas en diferentes Revistas, periódicos y en el suplemento “Las Artes” del Diario del Otún. Hace poco publicó su nutrido libro “Añoranzas Musicales”, donde entrega una amena y pulcra historia de la Pereira Cultural de las décadas de los cincuenta hasta los noventa, recordando a personajes inolvidables: Ricardo Illián Botero, Óscar Giraldo Arango, Hugo Ángel Jaramillo, Eleázar Orrego Montoya, Genaro Puglieses, Néstor Cardona Arcila, Miguel Saldarriaga y otras celebridades de las memorias de nuestra amada ciudad.
EL CAMINO RECORRIDO
Enrique Benavides dio sus primeros pasos de locutor en la Radio, hace 69 años, en la Voz de la Amistad en Pasto. En el segundo tramo, con solo 16 eneros, laboró en Radio Nariño; fue allí, donde después de un tiempo, le exigieron la Licencia, viéndose obligado a trasladarse a Bogotá para estudiar en la “Academia Radial” del profesor Manuel Cabral Jiménez, y paralelamente obtuvo su grado de bachiller en el Colegio San José de Soacha.
En 1959 se presentó a exámenes con aspirantes de todo el país y obtuvo su Licencia de Locutor Profesional 01800 del Ministerio de Correos y Telégrafos de Colombia. Con ese honroso título fue nombrado director de Radio Tumaco, donde laboró por espacio de dos años.
Llegó a Pereira por casualidad, un viernes lluvioso de 1964. Lo entrevistó Flaminio Anzola a las once de la mañana y a los cinco minutos, firmó Contrato para trabajar como Locutor en la Voz Amiga a partir de las seis de la tarde del mismo día. Era la Emisora de impacto Cultural reconocida Internacionalmente, en Onda Corta, distinguida por la óptima calidad de sus programas y por el profesionalismo del personal dirigidos magistralmente por don Óscar Giraldo Arango.
En 1967 viajó a Manizales para trabajar en Radio Reloj de Caracol junto a Augusto Salazar Urrea y Francisco Muñoz, hasta 1973, fecha en que regresó a Pereira, para vincularse a Radio Cadena Nacional.
Al mediar el 73, RCN compró LA VOZ AMIGA; y, desde ese entonces, fue integrado como Locutor de planta; además, años más tarde, lo nombraron como Programador. Allí, con el tiempo cumplido, el Seguro Social lo pensionó.
RECUERDOS Y SATISFACCIONES
Lucio Enrique Benavides Rosero, cierra los ojos y abre su caja de recuerdos, relatando momentos estelares de su vida; entre ellos, como socio activo –en su primera etapa- de la Asociación de Redactores Deportivos de Risaralda ACORD, y lo reconfirma con una Medalla que lo acreditó como Periodista en los Juegos Nacionales realizados en Pereira en 1974.
En 1980 fundó la Revista Farandulera “La Bocina” con noticias de la farándula, discografía del momento, las programaciones radiales de las distintas Emisoras y notas sobre locutores que se destacaban frente al micrófono. Benavides abre los ojos y deja escapar una sonrisa alegre, para expresar como la mayor satisfacción de su vida, el haber publicado, en su Revista, una entrevista que le hizo al Poeta Luis Carlos González; tal vez la única que concedió, en su vida, a un medio de Comunicación, según lo expresa Enrique.
Se siente orgulloso de haber recibido “La Ruana Blanca”, concedida por la Fundación Luis Carlos González, por su aporte al recuerdo y promoción de la obra de nuestro gran vate pereirano. El año anterior, 2011, la misma Institución reiteró el Reconocimiento a Enrique Benavides, en ceremonia especial en el Teatro Santiago Londoño.
HONORES
Haciendo esfuerzo, después de quejarse de un dolor en el hombro derecho, se levanta de su silla y de un magnífico escaparate saca cincuenta (no tienen cuenta) distinciones acumuladas en 69 años en Medios de Comunicación. Algunas de ellas: Arriero IME 1999. “Toda una Vida en Medios de Comunicación Acord Risaralda 2004”. Placas y Pergaminos de diferentes Entidades Radiales y Culturales. El último Reconocimiento lo recibió el 24 de Noviembre del 2011 de parte de la Biblioteca Pública Municipal de Pereira.
Respira profundo, se impulsa como un resorte, levanta la mirada y las manos al cielo para agradecer a Dios todo lo que la vida le ha brindado, y lo resume en la “Medalla Libardo Gómez Gómez” en la modalidad “TODA UNA VIDA CONSAGRADA AL PERIODISMO”, otorgada por el PRI a LUCIO ENRIQUE BENAVIDES ROSERO, el viernes 10 de febrero de 2012 en el Teatro Lucy Tejada de su querendona Pereira.
Daniel Alfonso Benítez Rebellón y Orlando Cataño Céspedes leyeron las Resoluciones respectivas de la “MEDALLA LIBARDO GÓMEZ GÓMEZ” en la modalidad TODA UNA VIDA CONSAGRADA AL PERIODISMO para los ilustres Comunicadores: Óscar Hincapié Velásquez y Lucio Enrique Benavides.
Con la totalidad de integrantes del Pri fueron impuestas las Preseas. Seguidamente, el Periodista Óscar Hincapié Velásquez pronunció un sentido discurso acompañado de lágrimas:
DISCURSO DE AGRADECIMIENTO AL RECIBIR LA CONDECORACIÓN DE PERIODISMO “MEDALLA LIBARDO GÓMEZ GÓMEZ”, HOMENAJE DEL PRI -PERIODISTAS DE RISARALDA . TEATRO
CENTRO CULTURAL “LUCY TEJADA”, VIERNES 10 DE FEBRERO DE 2012.
El disfrute de los momentos gratos y placenteros reconforta en verdad el espíritu y lo estremece a uno hasta en lo más recóndito de las fibras sentimentales. Es allí donde la emoción se entremezcla con los recuerdos que giran en el pasado y el presente, produciendo en nosotros esa sensación de felicidad, alegría y optimismo por lo que está ocurriendo.
Es lo que me sucede esta noche, cuando se me ha impuesto la condecoración periodística Medalla “Libardo Gómez Gómez” que el PRI-Periodistas de Risaralda, la Institución de mis querencias a la que me enorgullezco en pertenecer, aprobó por decisión de mis queridos colegas y compañeros y que entrega en su tercera versión correspondiente a este año.
El orgullo es más visible cuando observo que quienes recibieron esta condecoración en los dos años anteriores fueron Periodistas insignes y de amplia figuración como Don Rafael Cano Giraldo (q.e.p.d.) y el Doctor Miguel Álvarez de los Ríos. Con semejantes personajes como antecesores, a uno solo le queda el don de la humildad para recibir esta presea como la prolongación de sus enseñanzas. Debo destacar los fuertes lazos de amistad que me unen con el Maestro Miguel Álvarez de los Ríos y de tal amistad me siento muy orgulloso.
El Periodismo, cuando se ejerce con pasión, es toda una filosofía, una doctrina, algo que se debe llevar consigo como una impronta y debe ejercerse con ecuanimidad, pero esencialmente con la premisa del servicio a la comunidad. Son innumerables las facetas del Periodismo y, como lo he vivido con emoción, pasión y entrega, he estado en varias de ellas, específicamente en Radio y Prensa escrita, obsesionado con la velocidad o el análisis de las noticias, en épocas pasadas y en el presente.
La condición romántica del Periodismo de ayer, me permiten evocar con nostalgia esas grabadoras grandes que uno portaba, así como la inolvidable máquina de escribir, que cuando se tecleaba y con la grabadora prendida (desgrabando, decíamos), se escuchaba una hermosa y vital, aunque curiosa y misteriosa sinfonía, sin más ayudas y accesorios que nuestra propia voluntad y amor rayano en la locura por esta profesión, oficio o como se le quiera denominar, a diferencia de las comodidades digitales y virtuales de la época moderna.
Tiene la Presea, que ya cuelga en mi pecho, por lo que siento un no disimulado orgullo, aparte de la belleza y el sentimentalismo, que inspiraron su otorgamiento, toda la trascendencia e importancia de un acto de honor. Es para mí mucho más importante, de lejos, que cualquier condecoración obtenida en concurso, que puede ser manipulable y en los que el participante debe allegar todas las pruebas y documentos de su trayectoria y esperar la decisión de unos Jurados.
Esta no, porque nace del sentimiento de aprecio, del cariño, de la amistad, del conocimiento pleno de lo que uno ha sido y es como Periodista, como fue la voluntad de mis queridos compañeros del PRI-Periodistas de Risaralda que para esta tercera edición de la Medalla “Libardo Gómez Gómez” quisieron que la condecoración fuera por partida doble y escogieron a un gran compañero, hombre de bien, excelente amigo y personaje de leyenda y recuerdos como es Enrique Benavides Rosero para que lleve también esta misma Condecoración en decisión que, obviamente, comparto y me siento gratamente satisfecho.
Convoco a todos los Periodistas de la región y la ciudad, los de ayer y los de hoy, a que continuemos contribuyendo al engrandecimiento de la sociedad y que las labores sean adelantadas con esenciales criterios de servicio a la comunidad. Los ataques personales y la desviación del Periodismo hacia otros caminos tortuosos e intransitables , de por sí, y no recomendables, por lo tanto, debe ser historia a no repetir y lo que se impone ahora es la verdad y equidad al informar, lo cual es un deber de los Periodistas y un derecho de la ciudadanía.
De todo corazón, agradezco a mis compañeros del PRI y de manera especial a su Presidente Rubén Darío Franco Narváez y demás integrantes de la Junta Directiva por esta Condecoración que estará conmigo permanente acompañándome en el corazón, en el alma y en lo físico cual visible e invisible Hada madrina y protectora, con funciones rutilantes y bellamente intermitentes.
A mi familia, por todo el apoyo que me han brindado, a la ciudadanía, a todas mis amistades, a todas estas queridas personas que me están acompañando en esta maravillosa noche. A ustedes, por permitirme concluir que lo que me amputaron fue apenas un miembro inferior y no la mente, esa maravillosa fábrica de ilusiones y generadora de los más bellos sentimientos.
Lucio Enrique Benavides, visiblemente emocionado, pronunció este discurso:
“Pienso que Dios, siempre está conmigo. Y yo soy un afortunado de la vida.
Damas y caballeros: muy buenas noches. De verdad, para mí, esto es inolvidable.
Ahora quiero parodiar a esa Chilena inmortal Violeta Parra que dijo: Gracias a la vida que me ha dado tanto. Ese es el sentimiento que tengo esta noche, para agradecer a mis colegas del PRI, por darme tanta felicidad con esta medalla; galardón que reverdece un anhelo de un noble trabajo, que no tiene edad ni memoria.
Desafortunadamente. Los caminos del tiempo abren las puertas del olvido, porque unos amigos se han marchado y otros andan cansados de la vida. Pero como recordar es vivir, esta noche quiero evocar la imagen de mi madre que desde niño me enseñó a cantar y a rezar. Infortunadamente, cantando, no di la nota, pero seguí amando las palabras y la música.
Y por suerte un día llegué a esta tierra, que ahora es mi tierra; y, entré a seguir una profesión donde el pensamiento vuela, tejido en palabras, con maestros de gratos recuerdos: Óscar Giraldo Arango, irrepetible, decía que “La Voz Amiga” se escuchaba hasta en el cielo. El poeta Luis Carlos González que pintó con versos este hermoso jardín, y que la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad. Ricardo Illián Botero, un periodista que sin “peliar”, entre comillas, sus propuestas ganaban las batallas. Y… pare de contar.
Tantos genios del periodismo y de la Radio que me enseñaron mil cosas que aún siguen vigentes en mi trabajo: ganas, ética, respeto y mucho amor. Y cuando hablo de amor, tengo que hablar de mi familia: Marina, Rosa, Lucy, María Eugenia, Walter, mis nietos y bisnietas. Los amo a todos y me aman.
Cuando se siembra se recoge. Y sin exagerar, igual que Roberto Carlos “Yo creo que tengo un millón de amigos, porque los domingos disfrutamos con la música de aquellos tiempos; con hombres y mujeres que guardan un recuerdo del amoroso ayer.
Ahora quiero saludar y agradecer a Radio Cadena Nacional por haberme abierto un largo espacio de tiempo para recrear “Mis Añoranzas Musicales” que por suerte siguen en el primer lugar de sintonía en la franja dominical de 7 a 9 de la mañana.
Mil gracias, y permítanme preguntar a los asistentes: ¿Quieren saber una Cosa? Los amo mucho.